Panafricanismo desde la perspectiva económica
“La independencia política es el primer paso hacia la libertad económica” (Nkruma,1964).
El panafricanismo es una filosofía o corriente de pensamiento presente en la sociedad afro-diaspórica desde hace más de dos siglos. Sus orígenes se remontan a mediados del siglo XIX en el Caribe y los Estados Unidos. Este concepto negro por mucho tiempo, se movió casi que exclusivamente en círculos académicos cerrados, sin embargo, con la entrada del nuevo milenio, el siglo XXI, muchas puertas informativas se han abierto para la población afrodescendiente, entre éstas, la del pensamiento negro colectivo.
Por: Darwin Balanta García
Para el historiador Toasijé (2020), el panafricanismo es un movimiento social, político, económico y cultural creado por activistas e intelectuales tanto de África como de su diáspora, que desde hace más de doscientos años viene enfrentando el colonialismo. De manera similar Mbokolo (2011) afirma que este movimiento nacido fuera del continente africano, favorece la unidad africana y de su diáspora, caracterizándose por la heterogeneidad en su construcción.
En la primera definición de panafricanismo, el historiador colombo-español Antumi Toasijé mencionó cuatro pilares fundamentales de esta filosofía: social, político, económico y cultural. Desde nuestra perspectiva, centrada en el desarrollo económico de la población afrodescendiente, abordaremos el atraso económico que África y sus hijos en la diáspora enfrentan en la actualidad. Para Zapata Olivella (2010), las repercusiones de la trata de negros en la economía mundial durante el período colonial en América Latina comprueban la tesis de que los amos no solo buscaban obtener plusvalía del trabajo físico de las personas negras, sino también, la acumulación de riqueza por su creatividad social dentro del marco de la colonia.
En concordancia con Zapata Olivella, mencionamos el secuestro de africanos y africanas para Medio Oriente, América y Europa. Con esto se generó un notorio déficit de personas jóvenes en el continente, las cuales son un grupo fundamental para el desarrollo económico. De igual manera, las prácticas coloniales de saqueo de recursos naturales o economía de extracción, hasta hoy vigentes en muchos países del sur global, además de las legislaciones segregacionistas que restringen el acceso a actividades sociales a la población afrodescendientes, limitando fundamentalmente el acceso a la educación y al trabajo digno, factores determinantes para la movilidad social y económica de cualquier grupo social.
En esta parte del texto resaltamos medidas realizadas por pan-africanistas económicos con la finalidad de contrarrestar estas prácticas económicas coloniales y racistas, podemos destacar al empresario e ideólogo estadounidense Paul Cuffe. Según Cole, Slade y Gifford (2020), Cuffe fue propietario de navíos comerciantes y pesqueros, fue uno de los primeros millonarios afronorteamericanos. Con su fortuna, construyó escuelas y hospitales no segregados en 1792 aproximadamente, además de impulsar el primer retorno a África en sus navíos, precediendo a Marcus Garvey.
Otro pan-africanista de Estados Unidos fue el profesor Booker Tagliaferro Washington, quien, según Paim (2016), fundó en 1881 el Tuskegee Institute2, el cual fue un importante centro de formación laboral para personas negras. Booker T. fomentaba la inserción de los afroamericanos libertos e hijos de esclavizados en el emergente e inevitable mundo capitalista. Para el profesor y empresario, la capacitación en artes, oficios y carreras profesionales era fundamental para hacer la transición de la esclavitud a la libertad. Así mismo, Marcus Garvey. En palabras de Benjamín (2013), este predicador, periodista y empresario nacido en la colonia británica de Jamaica desempeñó un claro papel en la creación en 1914 la Asociación Universal para el Mejoramiento del Negro (UNIA), una de las organizaciones negras más exitosas del mundo. En 1919 creó la Black Industrial Corporation, consolidando múltiples iniciativas del “capitalismo negro”, con énfasis en tiendas de alimentación, lavanderías, hoteles, restaurantes, salas de juego, editoriales y manufacturas. Garvey, junto con George Brown crearon la Black Star Line, una flota de navíos con el sueño de conectar económicamente a 400 millones de personas negras de todo el mundo con el continente africano.
Continuando con nuestra intención, de destacar los actos que, en nuestra opinión que ayudaron a minimizar el racismo económico, se debe mencionar a Maggie Lena Walker, hija de una exesclava y de un soldado confederado blanco. En 1903, Walker fundó el St. Luke Penny Savings Bank convirtiéndose en la primera persona afroamericana en fundar un banco en Estados Unidos. Según los investigadores Trinkaus y Puryear (1997), las contribuciones fundamentales de Madan C.J. Walker incluyeron incentivar la cultura económica del ahorro e inversión en los habitantes negros de su ciudad, Jackson Ward Virginia. Lo que ella llamó el banco de bolsillo, ofertando cuentas corrientes y de ahorro, hipotecas y capital de inversión a los empresarios locales, lo que ayudaría a convertir Jackson Ward en un próspero centro de empresas propiedad de negros; todo esto a pesar de las leyes Jim Crow.
Aunque esta reseña deja fuera a muchos otros pan-africanistas, hemos priorizado nuestra línea de acción, como se mencionó al inicio del texto, aquellos vinculados al desarrollo económico. Considerando que, a las comunidades afrodescendientes de principios del siglo XX, particularmente en América Latina, faltaron mayores condiciones sociales para emprender más negocios. Sabemos de antemano que tan solo tenemos 190 años de vida como libertos en casi toda la región americana; esto es apenas tres generaciones. A grandes rasgos, sostenemos, que los logros de la generación del siglo pasado fueron: el crecimiento político, la reafirmación de la identidad y el ascenso académico y cultural; sin embargo, estos logros están ligados a la dependencia laboral para desempeño como empleados/as.
En conclusión, creemos que el panafricanismo económico no ha sido tan difundido como las otras vertientes de este pensamiento. Estamos olvidando como pueblo negro la importancia de tener poder monetario, ya que esto libera y da voz en todos los aspectos sociales, aún más en un mundo capitalizado y monetizado. También tenemos que decir que el desarrollo económico experimentado por los afronorteamericanos y caribeños, a pesar de las leyes segregacionistas, tiene mucho que ver con su contexto; ellos vivieron en naciones ricas, EE.UU. y colonias del principal imperio de la época.
1 Comentarios
Excelente texto, esa es la linea.
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