¿Por qué el Ministerio de Igualdad no ejecuta su presupuesto?
En el Consejo de Ministros del pasado 17 de junio de
2025, el presidente Gustavo Petro lanzó una crítica directa: “¿Porque me tienen
tan abandonado al departamento del Chocó, con un presupuesto en rojo?... No
resisto un gabinete así, traicionando todo el tiempo al presidente”. Señalo con
vehemencia que la falta de acueductos y carreteras en Quibdó era
responsabilidad de sus propios ministros. “No hacemos las obras del Chocó
negro, pero si las de El Poblado blanco… eso se llama racismo. Si no hay un
cambio en esta situación, no se aprueba el presupuesto”, advirtió.
Por: Víctor Manuel García Ayala
El Mohán de Ichó – dice la leyenda, no yo – afirma que
un presupuesto se mide por lo comprometido, lo obligado y lo pagado. Aunque la
narrativa presidencial es cierta, tres años después de iniciado este gobierno,
la retórica parece más útil que la gestión concreta y con ella se busca congraciarse
con el pueblo chocoano. Cuando se les cuestiona, ministros y la directora del
Departamento Nacional de Planeación DNP prefieren el silencio… tan alto como el
vuelo de un elefante.
En ese sentido, el diagnóstico presentado por la
directora del DPN, Natalia Irene Posso y el Ministro de Hacienda y Crédito
Público Germán Ávila Plazas, en ese mismo Consejo de Ministros, ayuda a
entender por qué el Ministerio de la Igualdad y Equidad no ha logrado ejecutar
su presupuesto: los ministerios han solicitado 126 billones de pesos en inversiones
inflexibles para sus propios proyectos, destinando 45 billones a Antioquia y Bogotá
y, apenas 10 billones a los proyectos prioritarios del gobierno, es decir, la inversión
social en los municipios y departamentos mas pobres.
A esto se suman factores estructurales: el crédito del
Banco Internacional de Desarrollo BID por 161,8 millones de dólares adquirido
durante el gobierno Duque para enfrentar la pandemia y que debe pagarse en tres
años, el escándalo por el robo de 900 mil millones de pesos en la UNGRD, los
desfalcos en las EPS y, la falta de aprobación de las reformas en el sector de
la salud, pensiones, trabajo y financiamiento. Todo ellos han dificultado el
equilibrio fiscal y ha comprometido el cumplimiento del Plan Nacional de
Desarrollo Colombia Potencia Mundial de la Vida.
De hecho, tampoco ayuda la “crematística” influencia
de los tecnócratas, asesores de ministros y congresistas que poco entienden de
cerrar brechas de desigualdad y pobreza. Por si fuera poco, - desde la
presidencia se nombró en altos en el Ministerio de Igualdad como al Secretario
General, los directores del Fondo para la Superación de Brechas de Desigualdad
y del Fondo Todos somos Pazifico- sin respetar la autonomía del ministro en
cargo. Los directores de estos fondos responden a cuotas políticas, los cuales
sabotean la gestión de sus superiores y hasta despiden funcionarios nombrados
por el señor ministro Carlos Rosero.
Ante estos hechos se suma la resistencia de otros
ministros de Salud, Vivienda, Agricultura, por citar algunos, quienes, como
cabeza de sector, ralentizan el acompañamiento técnico y la asignación de
recursos. Según palabras del propio presidente Gustavo Petro: “tienen una
agenda paralela a la del gobierno”.
Pretender que un ministerio que no ha completado su
maduración administrativa ni estructurado plenamente sus políticas públicas y
que debe intervenir en municipios de sexta categoría, con altos niveles de
pobreza extrema y sin capacidad instalada ni talento humano calificado logres
los mismos resultados que carteras con cien años de experiencia es desconocer
la realidad institucional.
Esto debería llevarnos a reformular la Ley que créo el
Minigualdad y sus decretos reglamentarios. Además, seria oportuno sumar a este
ministerio entidades con musculo financiero y operativo, como el Instituto Colombiano
de Bienestar Familiar ICBF y el Departamento de Prosperidad Social DPS, que ya
cuentan con experiencia en el manejo de las políticas públicas relacionadas con
el articulo 72 del Plan Nacional de Desarrollo (Decreto 1886 de 2023), que crea
el Fondo para la Superación de Brechas de Desigualdad e Inequidad Poblacional y
Territorial.
Solo con estos ajustes se podría avanzar en la
ejecución efectiva del presupuesto del Ministerio de Igualdad y el cumplimiento
de sus metas misionales. Proyectos como la creación de un Hospital que combine
la medicina ancestral afro e indígena con la medicina occidental, o proyectos
empresariales que integren a las juntas de acción comunal, campesinos, mineros,
consejos comunitarios y victimas del conflicto armado, serina ejemplos
concretos del potencial transformador de esta cartera en los territorios más
vulnerables.
Lo demás es esperar a ver quién será el próxima en
intentar engañar al Mohán de Ichó en el siguiente Consejo de Ministros.
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