Fiscalía solicita condena contra el expresidente Álvaro Uribe Vélez por soborno a testigos
En un hecho sin precedentes en la historia judicial
del país, la Fiscalía General de la Nación pidió este martes la condena del
expresidente Álvaro Uribe Vélez por su presunta responsabilidad en tres delitos
de soborno a testigos en actuación penal. La solicitud fue presentada ante el
Juzgado 44 Penal del Circuito de Bogotá con función de conocimiento, que
actualmente adelanta el juicio contra el exmandatario.
Durante la audiencia, el fiscal delegado del caso,
Gilberto Villarreal, sostuvo que existen pruebas suficientes y contundentes que
demuestran la participación activa de Uribe Vélez en una estrategia sistemática
para manipular testigos a su favor, con el fin de desvirtuar señalamientos que
lo vinculaban con estructuras paramilitares en Antioquia. Según el ente
acusador, se habrían ofrecido beneficios económicos y jurídicos a varios
testigos a cambio de modificar sus testimonios.
El caso, que ha estado en el centro del debate
político y judicial durante más de una década, se remonta a 2012, cuando el
entonces senador Iván Cepeda presentó pruebas que vinculaban a Uribe con la
conformación de grupos paramilitares. En respuesta, Uribe denunció a Cepeda por
supuesta manipulación de testigos, pero esa denuncia fue archivada en 2018.
Posteriormente, la Corte Suprema de Justicia abrió investigación contra el
expresidente por estos mismos hechos.
La Fiscalía detalló que los delitos imputados son
soborno en actuación penal y fraude procesal, por los cuales solicitó una pena
privativa de la libertad y la inhabilitación para ejercer cargos públicos. De
ser hallado culpable, Uribe Vélez enfrentaría una condena que podría superar
los ocho años de prisión.
La defensa del exmandatario, encabezada por el
abogado Jaime Granados, rechazó los señalamientos y calificó la solicitud de la
Fiscalía como "persecución política". Además, insistió en que no
existen pruebas directas que vinculen a su defendido con las conductas
imputadas y anunció que acudirá a todas las instancias judiciales nacionales e
internacionales para garantizar los derechos de Uribe.
El juicio, que ha generado un enorme interés en la
opinión pública, avanza en medio de un ambiente político polarizado, donde
sectores afines al expresidente han denunciado una supuesta instrumentalización
de la justicia, mientras que diversas organizaciones de derechos humanos y
actores políticos han destacado la importancia de que ningún ciudadano, sin
importar su investidura, esté por encima de la ley.
El próximo 10 de julio se reanudará el juicio con
la intervención de la defensa, tras lo cual el juez deberá tomar una decisión
de fondo en este histórico proceso que podría marcar un antes y un después en
la relación entre la política y la justicia en Colombia.
Informe: redacción tercera RAÍZ
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