Presidente de EE.UU. Joe Biden: retira a Cuba de la lista de patrocinadores del terrorismo
En
un giro histórico hacia la reconciliación y el diálogo, mediante el
departamento de Estado el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha
decidido retirar a Cuba, de la lista de países “patrocinadores estatales del
terrorismo”. Esta medida pone fin a una designación que ha sido motivo de
controversia desde su inclusión inicial en 1982 bajo la administración del expresidente
Ronald Reagan.
La
inclusión de la isla de Cuba en esta lista hace más de cuatro décadas respondió
a las tensiones propias de la Guerra Fría, en un contexto marcado por la
rivalidad ideológica y geopolítica entre Estados Unidos y la entonces Unión
Soviética. Sin embargo, en los años posteriores, numerosos expertos y organismos
internacionales han cuestionado la pertinencia de mantener a la isla en dicha
lista, argumentando que no se justificaba bajo los estándares actuales de la
política.
Al anunciar su decisión, el comunicado emitido por el Secretario de Estado del gobierno Biden subrayó la importancia de una política exterior basada en hechos, en lugar de percepciones o intereses políticos. "Es momento de reconocer que las circunstancias han cambiado y que nuestra relación debe mejorar”. Añadió
Esta
decisión tiene implicaciones significativas, no solo para la relación bilateral
entre Washington y La Habana, sino también para la economía cubana. Estar en la
lista de patrocinadores del terrorismo ha conllevado a sanciones económicas
severas, limitaciones en las transacciones financieras y restricciones en el
acceso a mercados internacionales. Con su exclusión, se abre una nueva ventana
de oportunidades para el desarrollo económico y el fortalecimiento del
cooperativismo.
El
anuncio ha sido recibido con reacciones mixtas. Mientras algunos sectores
políticos y organizaciones de derechos humanos han aplaudido la medida como un
paso necesario hacia la reconciliación, otros han expresado reservas,
argumentando que deben mantenerse presiones sobre el gobierno cubano.
Por
su parte, el gobierno cubano ha acogido con satisfacción la decisión,
considerándola una rectificación necesaria tras décadas de lo que califican
como una política injusta e infundada. En un comunicado oficial, el Gobierno
cubano reiteró su disposición a dialogar sobre temas de interés común y avanzar
hacia una relación basada en el respeto mutuo.
Esta
decisión de la administración Biden marca un nuevo capítulo en las relaciones
entre Estados Unidos y Cuba. Queda por ver cómo evolucionarán los vínculos
bilaterales y si este gesto abrirá el camino hacia un diálogo más amplio y
fructífero entre ambas naciones teniendo claro que dentro de pocos días estará tomando
posesión de la Casa Blanca Donald Trump.
Informe: redacción tercera RAÍZ
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