Lev Tahor: un viaje de tres décadas de evasión internacional
Tras más de tres décadas de desplazamientos a través de varios países, la secta Lev Tahor, conocida por su hermetismo y creencias extremas, finalmente ha llegado a Guatemala, donde se enfrenta a un creciente escrutinio de las autoridades locales y organismos internacionales.
Lev Tahor, fundada en Israel en los años 80 por Shlomo Helbrans, ha sido objeto de investigaciones a nivel global por diversas acusaciones, que incluyen abuso infantil, lavado de dinero y prácticas de control coercitivo. La organización ha mantenido un perfil bajo, trasladándose en múltiples ocasiones para evadir la acción de las autoridades en los países donde se establecieron temporalmente.
La secta comenzó su viaje a través del mundo en la década de 1990, trasladándose a Estados Unidos, donde Helbrans fue arrestado y más tarde deportado a Canadá. En este país, Lev Tahor creció, pero también comenzó a atraer la atención de las autoridades debido a los informes de abusos y condiciones extremas en las que vivían sus miembros.
En 2014,
ante la creciente presión en Canadá, el grupo se mudó a Guatemala, tras haber
hecho una breve parada en México, donde también estuvieron bajo investigación
por diversos cargos. En Guatemala, las autoridades locales han comenzado a
intensificar las investigaciones sobre las actividades del grupo, con la
colaboración de Interpol y la policía internacional.
"Lev Tahor ha estado operando en las sombras, moviéndose de país en país para evitar ser detenido. Lo que hemos visto hoy no es solo un caso de evasión de la ley, sino también una violación de los derechos humanos de niñas y niños, que debe ser detenida", afirmó el portavoz de la Fiscalía General de Guatemala. "Estamos trabajando estrechamente con autoridades internacionales para garantizar que los miembros de esta secta sean sometidos a la justicia por sus actos".
A lo largo de los años, se han presentado múltiples denuncias de abuso infantil y manipulación psicológica de los miembros más vulnerables de la secta, lo que ha provocado una creciente alarma internacional. En varios de los países donde Lev Tahor ha residido, las investigaciones han encontrado pruebas de que las niñas y mujeres del grupo eran sometidas a matrimonios forzados y condiciones de vida extremadamente restrictivas.
Este caso
ha puesto de relieve los desafíos que enfrentan las autoridades de diferentes
países para manejar el fenómeno de grupos religiosos extremos que operan en un
marco de clandestinidad y movimiento constante. La comunidad internacional
sigue de cerca los desarrollos, mientras las autoridades guatemaltecas
continúan con las investigaciones.
Los defensores de los derechos humanos han señalado la importancia de garantizar que se tomen medidas adecuadas para proteger a las personas que son más vulnerables de Lev Tahor, especialmente a las mujeres, niñas niños, que podrían estar siendo víctimas de abusos. Sin embargo, algunos también han expresado su preocupación de que el grupo busque trasladarse nuevamente a otros países para continuar con sus actividades bajo el radar.
Este caso
refleja las complejas dinámicas de grupos que se desplazan a nivel
internacional para eludir la ley y la justicia. A medida que Lev Tahor continúa
siendo objeto de investigaciones, se espera que las autoridades guatemaltecas,
en cooperación con organismos internacionales, den un paso importante hacia la
resolución de este caso que ha afectado a miles de personas a lo largo de las
últimas tres décadas.
Informe: redacción tercera RAÍZ
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