#Ahora

7/recent/ticker-posts

Header Ads Widget


¡Duele Río!

¡Duele Río!

¡Duele Río!

De la esclavización en el siglo XIV l, pasando por los procesos de colonización en el siglo XVII, y ahora el exterminio de los jóvenes negros-afrodescendientes, pobres y habitantes de favelas en el siglo XXI.

Indignación, dolor y rebeldía es lo que nos debería causar a todos los que "decimos" ser militantes del movimiento negro-afrodescendiente a nivel global.

Por: Miguel Ángel Pereira Guadalupe 

La desaparición de la faz de la tierra, de estos jóvenes negros-afrodescendientes y pobres, excluidos de la sociedad por las ausencias sistemáticas de un Estado cómplice durante siglos, se vuelven carne de cañón.

¿Cuál es la diferencia entre lo que está sucediendo en Gaza y Río de Janeiro?

¡Absolutamente ninguna! Es lo mismo, gobiernos neofascistas matando gente negra-afrodescendiente a troche y moche en nombre de la "seguridad" y la limpieza de los "bandidos" o "terroristas", dónde generalmente el gran porcentaje de los muertos termina siendo gente civil, qué no tiene un carajo que ver en los negocios del narcotráfico o ejércitos insurgentes.

El dolor desesperado de las madres, abuelas, tías, hermanas, es absolutamente desgarrador, reconociendo a los más de 120 cadáveres tirados cómo hacían en la época de la esclavitud, cuando tiraban a nuestros ancestros al mar como si fueran "cosas"; realmente estas imágenes tendrían que generar indignación y un repudio absoluto de toda la comunidad internacional, comenzando por el Organismo de Naciones Unidas ONU.

Todo el movimiento negro-afrodescendiente debe alzar su voz y denunciar radicalmente las flagrantes violaciones de los derechos humanos de las personas y pueblos afrodescendientes. No se puede vivir más con total impunidad, como si fueran un dato más para la estadística. ¡La vida debe continuar sin miedo, pero para lograr eso se debe hacer justicia, las vidas negras importan, e importan mucho!

Las situaciones de racismo descarado han tenido una escalada importante, producto también de políticos de derecha, fascistas cuyos supremacistas quienes promueven el odio y a partir de él, engañan a las sociedades esgrimiendo que todos aquellos que viven en lugares empobrecidos y racializados son los delincuentes que hay que eliminar.

Llama poderosamente la atención el silencio ensordecedor de la izquierda Latinoamericana, personalmente no quiero una izquierda que elige con qué abanderarse y con que no, cómo si las causas de los oprimidos tuvieran distintos niveles de importancia.

Hago un llamado para que los movimientos sociales, partidos de izquierda e intelectuales se hagan notar, y a partir de distintos mecanismos expresen tajantemente éstas situaciones de exterminio de los cuerpos negro-afrodescendientes.

¡Cómo lo manifestó Franz Fanon, descolonicemos nuestras mentes, salgamos del inmovilismo, denunciemos cuántas veces sea necesario, hagamos sentir nuestras voces, hasta que la dignidad se haga costumbre!




Publicar un comentario

0 Comentarios