El
presidente de Cuba transmitió este lunes a Caracas un mensaje de respaldo y
solidaridad, reiterando el apoyo de la Isla frente a lo que calificó como
“amenazas imperialistas y actuales intentos de sabotear el desarrollo del país”
por parte de Estados Unidos.
Durante su pronunciamiento, el
mandatario cubano destacó los lazos históricos de hermandad entre ambas
naciones, subrayando que Venezuela cuenta con la plena disposición de La Habana
para acompañar sus esfuerzos de estabilidad política, económica y social.
“La Revolución Bolivariana no está sola.
En Cuba reconocemos la firmeza y dignidad del pueblo venezolano, que ha
resistido con coraje las presiones externas y las campañas de
desestabilización”, expresó el presidente en su intervención.
El mensaje fue recibido en Caracas como
una ratificación del compromiso bilateral que se ha mantenido a lo largo de más
de dos décadas, en el marco de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de
Nuestra América (ALBA-TCP). Fuentes diplomáticas señalaron que ambos gobiernos
planean reforzar sus mecanismos de cooperación energética, de salud y
educación.
El gobierno cubano responsabilizó a
Washington de aplicar medidas “coercitivas unilaterales” que, según afirmó,
buscan afectar la vida cotidiana de millones de venezolanos. En ese sentido,
reiteró su llamado a la comunidad internacional para que se respete el
principio de no injerencia en los asuntos internos de los países.
Analistas políticos consultados
consideran que este pronunciamiento refuerza la narrativa conjunta de Caracas y
La Habana frente al aislamiento diplomático y económico que impulsan sectores
de la política estadounidense. Además, observan que la coordinación entre ambos
gobiernos se afianza en medio de un contexto regional complejo.
Finalmente, la declaración cubana
insistió en que “la unidad latinoamericana y caribeña será el principal escudo
frente a las presiones imperiales”. El mensaje cerró con una exhortación a
fortalecer los mecanismos de integración regional como vía para garantizar la
soberanía y el derecho de los pueblos a decidir su propio destino.
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